lunes, 17 de enero de 2011

Por mentir I

-Mi amor, vos estas bien?  Desde hace un tiempo tengo la sensación de que algo te pasa, estas rara - Le preguntó Martin a Sol el domingo a la noche cuando se estaban acostando.
-Rara? No, porque mi amor?  No me pasa nada.  A lo mejor estoy cansada, son muchas cosas entre el trabajo, la facu, la casa, pero esta todo bien.
-Bueno mi vida, a lo mejor tenes que buscar la forma de descansar un poco mas, de presionarte menos con las cosas.  Porque no pensamos en irnos a algun lugar?  Podemos ir a pasar el fin de semana que viene al campo en Areco, no?
-Siiiiiiiiiiiiiiiii!!! Vamos!  Me encanta ir alla, y me va a venir muy bien poder desconectarme - Contestó Sol feliz.
Martin la abrazo y en menos de cinco minutos estaba dormido, Sol lo notaba por su respiracion.  Ella, en cambio, no pudo dormir tan pronto.  No sabía porque ni como se había metido en este lío.  Desde hacía mucho estaba mintiendo, la mentira era cada vez mas grande y ya no encontraba la forma de decirle la verdad a Martin.  El último cuatrimestre había dejado la facultad, no había rendido ningun examen, y no tenía ninguna excusa para ello, simplemente no había tenido ganas de ir un día, despues otro, y finalmente para cuando se decidió a ponerse al día ya se había quedado libre en todas las materias.  Y le había dado verguenza contarselo a Martin.  El siempre se quejaba por su inconstancia y por su vagancia en relacion a sus obligaciones.  Pero sostener la mentira ya estaba resultando demasiado complicado, tres veces por semana Sol se quedaba en un bar aburrida, esperando que pase la hora, para despues llegar a su casa y contarle a Martin como le había ido en las distintas clases.  Ya no sabía que inventar.  Pero faltaba poco para que terminase el cuatrimestre y pensaba ponerse al día en el año próximo cursando mas materias con la esperanza de que Martin nunca se enterase.
Aun asi mentirle le generaba mucha culpa.  Pero si le decía la verdad el se iba a enojar mucho, entonces siguió callando.
Llegó el viernes y Sol volvió muy contenta a su casa a preparar los bolsos para su fin de semana en el campo.  Cuando ábrió la puerta lo encontró a Martin sentado en la cocina y corrió a darle un beso, pero lo notó extrañamente frío.
-Hola mi amor, como te fue en la Facultad? - Preguntó Martin
- Bien, muy bien mi amor, tengo que hacer un par de cosas para la semana que viene, pero nada muy complicado.
- Y no tendrías que estar ya estudiando para los exámenes finales?
- Si, voy a empezar la semana que viene, voy a llegar bien.
- Y que temas estan viendo en Historia del Arte?
Sol comenzó a ponerse nerviosa, y empezó a contarle lo que se le ocurría hasta que el la interrumpió:
- Hoy pasé a buscarte para que volvieramos juntos y no te encontré.
- Es que salí un rato antes para llegar temprano.
- Ah.  El tema es que me encontré con Mili, y me preguntó por vos.  Me preguntó si te pasaba algo que no te había visto en todo el cuatrimestre en Historia del Arte.  Vos me podes explicar por favor, porque yo no supe que contestarle, le dije que a mi cuenta vos estabas cursando.
A Sol le cambió la cara mientras pensaba a toda velocidad que otra mentira inventar para salir del embrollo, pero Martin se le acercó, la agarró del brazo y la llevó hasta el sillón donde se sentó con ella.
- Sol, quiero que ya mismo me digas la verdad.  No voy a aceptar una sola mentira mas.  Vos sabes que yo durante mucho tiempo trabaje en la facultad, asi que hoy despues de hablar con Mili fui al departamento de alumnos y me dijeron que figurabas como libre en las tres materias en las que te anotaste.  Asi que por favor empeza a explicarme de que se trata todo esto.
Sol era un manojo de nervios, odiaba tener que admitir que había mentido, pero sabía que no tenía mas opción, respiró profundo y mirando al suelo le dijo:
- Mira mi amor, la verdad es que este cuatrimestre no fui a la facultad.  No fui a las primeras clases y despues no supe como ponerme al día y me quede libre.  No te lo quise decir porque te ibas a enojar, y ibas a empezar a decirme que era una irresponsable y no tenia ganas de pasar por eso.
- Ah, entonces te parecio que mentirme todos los días era una mejor opción, que hacerme quedar como un idiota hoy frente a tus amigos y mis colegas preguntando por tu vida cuando vivimos juntos era una mejor opción. 
- Perdoname mi amor.  No supe que hacer.
- No, si supiste que hacer.  Quisiste hacer como si nada hubiera pasado para no tener que afrontar las consecuencias de tus actos, como haces siempre.  Sin importarte los medios que tuvieras que utilizar.  Sin importarte nada.
- No Martin, no te pongas asi, lo que pasa es que a veces no puedo con todo, no se porque, pero no puedo con todo.
- Mira Sol, todo se puede hablar, todo se puede solucionar.  Podrías haber hecho menos materias, podriamos haber contratado a alguien que te ayude en la casa, pero no, vos elegiste mentir.
- Tenes razón Martin.  Perdoname, si?  No estemos enojados que mañana nos vamos al campo y quiero que la pasemos bien.
- Mira, empeza a hacerte a la idea que los planes cambiaron.  Vos te acordás lo que yo te dije la última vez que me hiciste enojar? Mientras estabas castigada en el rincón despues de recibir una paliza en la cola?
- No.  No me acuerdo -  Contestó Sol sintiendo como su cara se ponía colorada inmediatamente.
- Entonces no hice las cosas lo suficientemente bien.  Te dije que cada vez que te portaras como una nena malcriada y caprichosa que quiere salir siempre con la suya yo te iba a dar todos los chirlos que hicieran falta para que entiendas como debes comportarte.  Y que si te portabas como una nena, como a una nena te iba a tratar.  Ahora te acordás?
- Ahora estoy demasiado enojado como para castigarte.   Pero lo que si te puedo decir es que te olvides del campo, y que te vayas ya mismo a la cama y a dormir sin cenar.  Y no quiero escuchar un solo comentario.  Mañana cuando te despiertes vamos a hablar de tu castigo. 
Sol lo miró haciendo pucheros, con su mejor cara de arrepentimiento, pero enseguida se dió cuenta que Martin estaba realmente enojado y que no iba a cambiar de opinión.  Se sentía horrible por haberle mentido, aunque ya no sabía si lo que le molestaba era la mentira o haber sido descubierta.  Saber que su fin de semana romantico en el campo se había transformado en un fin de semana que comenzaba con ella castigada en la cama sin cenar la ponía de muy mal humor.  Pero sabía que era su culpa.  Siempre se preguntaba porque a veces hacía las cosas tan mal.  A lo mejor Martin tenía razón y ella no sabía aceptar las consecuencias de sus actos. 
Ahora estaba, ademas de enojada y sintiendose culpable preocupada por lo que iba a pasar al otro día.  Pero no quiso pensar mas.  Se fue a la cama dandole una última mirada de tristeza a Martin, y despues de mucho dar vueltas se quedó dormida.
Martín mientras tanto se quedó en el living mirando la tele, y pensando cual sería la mejor manera de que su novia aprendiera la lección.  El sabía que ella tenía que aprender a afrontar las cosas como un adulto.  Sus actitudes infantiles eran el mayor problema que tenían y lo que hacía que ella no pudiera avanzar con sus objetivos.  Lo que tenía claro es que pensaba convertir los proximos días en un fin de semana memorable.

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